viernes, 30 de marzo de 2012

Simbología y mitología de los signos del zodiaco: Libra


Es el único signo del Zodíaco relacionado con un objeto inanimado. En la mitología babilónica, representaba el juicio final de vivos y muertos en el que el dios Zibanitú pesaba las almas en una balanza. En el panteón religioso egipcio el dios Thot ( El ibis sagrado), hacía lo mismo. La justicia griega lo utilizaba para indicar equidad. En la antigüedad sólo se conocían once signos zodiacales.

La parte que hoy corresponde a Libra formaba entonces las llamadas "garras o tenazas" del arácnido. Escorpio abarcaba el espacio de los dos signos ocupados por las "tenazas" y la "cola" respectivamente. Fueron los romanos con el fin de que cada signo correspondiese con una constelación y cada una representara un mes del año, los que dividieron la figura de Escorpio en dos partes iguales.

Se atribuye la separación de Libra y Escorpio al césar Augusto (que se dedicaba a la astrología). Augusto nació el 21 de septiembre del año 62 a.C. (es decir en la frontera con el inicio de Libra) y, como se veía a sí mismo como el más grande de todos los césares, reclamó para sí la creación de esta constelación. De todos modos, 200 años antes, ya se había nombrado a Libra como constelación zodiacal. Hoy sabemos, no obstante, que los sumerios ya habían realizado esta «operación» en el 2.340 a.C. para conceder un propio espacio en el cielo, al equinoccio de otoño (punto de igual duración del día y de la noche) que en esa época, había entrado en las «pinzas del escorpión» (período de la cosecha, la época más importante según el culto de los sumerios).

Esto nos permite suponer que nuestra noble capacidad de juicio (balanza) emerge de algo mucho más antiguo, arcaico y primitivo evolucionado en el tiempo hasta lo que hoy conocemos como evaluación imparcial objetiva.

Aunque el símbolo de Libra sea más reciente, en la mitología hay imágenes muy antiguas que simbolizan el juicio. Por ejemplo en la mitología egipcia la balanza simbolizaba el juicio al que Osiris sometía a las almas en el mundo subterráneo. Según el ritual cuando el alma del muerto ha cruzado la zona entre el mundo de los vivos y el de los muertos, es llevada ante la presencia de Osiris. Una gran balanza preside la sala donde va a celebrarse el juicio y Maat, la diosa de la verdad, pesa el corazón del muerto. Mientras un monstruo, en parte león, en parte hipopótamo y en parte cocodrilo espera para comerse el corazón del culpable. En la sala también hay cuarenta y dos personajes sentados (las 42 provincias del Egipto Antiguo) ante los cuales el alma del muerto debe realizar una “confesión negativa”, es decir una enumeración de los pecados que no ha cometido. Anubis coloca en uno de los platos de la balanza a la misma Maat o a la pluma de verdad que era su símbolo y en el otro platillo coloca el corazón que ha de ser juzgado. En el caso de que ambos platillos permanezcan en equilibrio, es decir cuando los pecados del hombre no pesan más que la pluma de Maat, los jueces emiten un veredicto favorable. Ahora bien, si el hombre no había sido justo, es decir si no había obrado en su vida conforme a Maat, tras la muerte le esperaba la aniquilación y el olvido.

Maat bajo la forma de una deidad femenina determinaba el acceso o nó a la eternidad, ella personificaba el orden cósmico, la justicia (como concepción), la verdad y la estabilidad que ha de estar presente en el mundo y en el cosmos. Representaba el equilibrio, la armonía del universo tal y como fue creado al principio. En la sociedad este respecto por el equilibrio implicaba la práctica de la lealtad, la verdad, justicia y respecto a las leyes y a los individuos. Maat es una diosa reflexiva, su ley es la de los códigos morales y éticos de la sociedad.

La imagen mítica de Osiris juzgando las almas es un reflejo del juicio al que los dioses someten a los hombres e implica la existencia de principios sobre el modo correcto o incorrecto de vivir la vida. No se trata de principios que emerjan del reino de la naturaleza sino que pertenecen al campo del espíritu humano y están relacionados con su perfeccionamiento. La figura de Osiris y los platillos de Maat o la pluma de la verdad ofrecen una visión del punto de vista del signo de Libra, según la cual el cosmos es, en última instancia justo, en la que el bien termina siendo recompensado y el mal termina siendo castigado. Pero para Libra esta visión no se trata de una valoración individual sino más bien de una ética universal que trasciende los asuntos meramente humanos.

También en la mitología griega encontramos los juicios de Paris y de Tiresias. Paris, también llamado Alejandro “el que protege a los hombres” era hijo del rey Príamo de Troya quien había sido advertido que su hijo se convertiría en la ruina de su país, motivo por el cual lo abandona en el monte Ida. Una osa lo amamanta y le salva la vida. Con el tiempo el joven Paris comienza a destacarse por su hermosura, inteligencia y fortaleza testimoniando la cuna real del joven príncipe. En razón de su perspicacia con las mujeres y su extraordinaria capacidad de juicio, Zeus le pide que sea el árbitro en el litigio surgido entre tres diosas olímpicas. Es así que mientras pastaba su rebaño, se le aparece el dios Hermes (el mensajero del Olimpo) acompañado por las diosas Hera, Atenea y Afrodita.
Le entrega una manzana de oro, que Eride la diosa de la Discordia había arrojado en la boda de Peleo y Tetis, y un mensaje que decía: “Paris ya que eres tan bien parecido y tan prudente en asuntos femeninos, Zeus te ordena juzgar cual de estas tres diosas es la más hermosa y otorgarle la manzana de oro a la vencedora”. Paris que no era tonto comprende inmediatamente que cualquier respuesta que de le enemistará con las dos diosas no elegidas, por lo que como un buen Libra, intenta galantemente dividir la “manzana de oro” en tres partes iguales. Pero Zeus no acepta esta propuesta y le exige una respuesta concreta. Ante esto el príncipe troyano ruega a las diosas que no se molesten si no las favorece pero está obligado a elegir sólo a una de ellas. Las tres le prometen no desquitarse con él en el caso de no ser elegidas. Entonces Paris les pide que se despojen de sus atuendos: Afrodita se saca el famoso cinto que hacía que todo el mundo se enamorara de ella, Atenea se quita el casco de combate que le daba una apariencia noble y distinguida y Hera, por su parte como convenía a la Reina de los dioses, simplemente se quita la ropa.

Para inclinar la elección del joven troyano, la diosa Hera le ofrece la soberanía sobre Asía y convertirlo en el hombre más rico del mundo pero Paris no quería la gran responsabilidad que implicaba semejante riqueza. En tanto Atenea le promete salir victorioso de todas las batallas, pero como este no es el mito de Aries, tampoco el joven se siente atraído por la propuesta, La diosa Afrodita en cambio, más conocedora de lo que podía motivar a Paris, le ofrece la mujer más hermosa del mundo, Helena que era hija de Zeus y esposa del rey Menéalo. Paris objetó que Helena ya estaba casada pero Afrodita le dijo que ella se encargaría del tema. Dicho esto el joven troyano, sin pensarlo dos veces, le entrega la manzana de oro. Como era de suponerse este juicio le ganó la enemistad de las diosas Hera y Atenea a pesar de lo prometido previamente, quienes se marchan juntas para planificar la destrucción de la ciudad de Troya.

Cuando Paris se encuentra con Helena, los dos se enamoran inmediatamente y se escapan a Troya. Este incidente da a los griegos la excusa para hacer lo que siempre habían deseado, reducir a cenizas la ciudad de Troya. Durante la guerra muere Paris y también los hijos que había tenido con Helena, quien siendo semidivina fue devuelta y arrepentida a su esposo.


Si te ha gustado este BLOG, siéntete LIBRE de hacer clik en ME GUSTA y de compartirlo en FACEBOOK, TWITTER, CORREO ELECTRÓNICO y demás redes sociales.

jueves, 29 de marzo de 2012

Simbología y mitología de los signos del zodiaco: Virgo


El signo es representado por la Virgen, que muestra una espiga de oro en una mano. De ahí su conexión con las cosechas, como también con el trabajo para producirlas. Es la única figura femenina del zodíaco y da la idea de pureza y perfección. Cuando se consideran las cualidades que posee Virgo, la mujer ha progresado a través, de su femineidad primitiva ( Tauro) y de la maternidad ( Cáncer), para pasar a un estado más mental y práctico.

La tradición indica que en una época habían sólo diez signos, Virgo y Escorpio eran uno sólo. Con el tiempo se dividieron en dos, dando lugar a la inserción de Libra y se dice que provienen de la acostumbrada forma a enroscarse de la serpiente. El símbolo de Virgo junto al de Escorpio son muy parecidos salvo en su parte final. Las terminaciones de ambos signos, son característicos del principio masculino y femenino. En Mesopotamia la consideraban como una diosa que tenía la función de mediar entre el espíritu y la materia, así como la de unir la inteligencia con las necesidades de la vida. Se relacionaba con la procreación.

El rito exigía que la mujer entregara su virginidad a la diosa con el fin de atraer la fertilidad. Según Hesíodo, Virgo ( también llamada Astrea), era hija de Zeus y Temis. Diosa de la justicia que cuando terminó la edad de oro y los hombres desafiaron su autoridad, regresó disgustada al firmamento. El mito representa el sexto trabajo de Hércules que consistía en recuperar el cinturón de Hipólita para los dioses.

El término “virgo” en su significado original no tiene que ver con la virginidad sexual. El vocablo significa sencillamente una mujer que no se casó, o sea una mujer que no pertenece a un hombre, que no es esposa de nadie y cuya identidad le pertenece. Nadie es dueña de ella. Nadie la complementa.

En la mitología abundan las diosas vírgenes y muchas de ellas, paradójicamente vírgenes y fecundadas, no por un mortal sino por el espíritu o algo numinoso o incorpóreo que proviene de su interior o de lo alto. Se convierten en vasos para que nazca un niño divino.
Una de estas diosas virginales es Perséfone, figura relacionada con el signo de Virgo.
Deméter y Perséfone (Ceres y Proserpina para los romanos) son las diosas gemelas percibidas como madre-hija, que representaban para los pueblos de la antigüedad los poderes de la naturaleza, su transformación y su emergencia cíclica.

Los Misterios Eleusinos que se celebraban en honor a estas Diosas eran ritos de pasaje o iniciación para vivenciar nuevos estados de conciencia y una percepción de la vida que surge de la muerte. Durante dos mil años, hasta la llegada del cristianismo, fueron los rituales más sagrados de la Grecia Antigua.

Tenemos conocimiento de este mito por los poetas griegos de la segunda mitad del primer milenio a.C. que tomaron el mito de una tradición oral anterior, varios siglos después de las invasiones de guerreros nómades, producidas durante la Edad de Bronce y de Hierro. Estos pueblos invasores, aqueos y dorios, conquistaron la cultura de la Diosa agrícola e introdujeron reformas sociales y religiosas colocando a Deméter, Perséfone y otras deidades bajo la influencia de Zeus, Poseidón y Hades.

El culto a Deméter y Perséfone continuó en la cultura helena que surgió luego de las conquistas, porque la mentalidad sagrada de los dioses guerreros no poseía una cosmovisión tan desarrollada sobre los misterios de la vida, la muerte y el renacimiento.

Las versiones griegas cuentan que Hades, dios que rige en el Tártaro o Mundo de los Muertos secuestra a Koré-Perséfone, la doncella, la hija primaveral de Deméter cuando recogía flores en una pradera acompañada de un cortejo de ninfas, para hacerla su esposa a la fuerza.

Hades, que ya había dirigido su mirada hacia Perséfone, planta una flor bellísima donde ella pueda verla. Se trata de un narciso que está asociado con la muerte. Tan pronto ella recoge la flor, el suelo se abre bajo sus pies y llega el Señor del Mundo Inferior, en su carruaje dorado tirado por negros caballos. La rapta y la obliga a un matrimonio letal. Hades ofrece a Perséfone la fruta del mundo subterráneo, la granada, que es símbolo de fertilidad.

En el mundo de las profundidades Koré se convierte en la Reina de los muertos y toma el nombre de Perséfone.

En los relatos se destaca el dolor de Deméter, diosa de la fértil Tierra, ante la desaparición de su hija y su búsqueda desesperada.

La diosa fértil abandona el Olimpo y comienza a buscar a su hija, la doncella Koré durante nueve días y noches, sin beber ni comer. En su peregrinaje la acompaña Hécate, la diosa de las Encrucijadas (o la Anciana Sabia, que con la Doncella y la Madre forman la Triple Diosa pre-patriarcal).

Deméter se viste de negro en señal de duelo, transformando su belleza y esplendor divino en la imagen de una madre humana angustiada.

En su peregrinaje llega a la casa de la reina Metanira en Eleusis y es tomada como nodriza del hijo menor de la reina. En agradecimiento por la hospitalidad Deméter decide convertir al niño en inmortal, colocándolo en el fuego sagrado. Pero la reina asustada interrumpe el proceso y la Diosa le revela su verdadera identidad y le da indicaciones para que se construya su templo en Eleusis donde se llevarán a cabo sus misterios sagrados. Además, entrega a Triptólemo, otro hijo de la reina, un carro tirado por serpientes y le da semillas para que difunda uno de sus mayores dones: la agricultura.

El joven príncipe le había dado información sobre el rapto de Koré, presenciado por sus hermanos que vieron cómo se abría la tierra para que entrara un carro tirado por corceles negros. El rostro del conductor era invisible y con el brazo derecho sujetaba fuertemente a una muchacha que gritaba. Con esa información, Deméter y Hécate van ante Helios, el dios sol “que todo lo ve” para que admita ante ellas quién es el raptor. Helios confirma la sospecha de Deméter: Hades, el hermano de Zeus es el secuestrador de Koré.

Deméter está tan indignada que deja de sustentar la vida, impidiendo que florezca sobre la tierra. Zeus envía regalos y mensajes a Deméter para que deponga su actitud y acepte los hechos, es decir su voluntad y la de su hermano. Pero ella responde que la tierra seguirá siendo estéril hasta que su hija sea devuelta.

Entonces Zeus ordena a su hermano Hades que devuelva a Koré y también le dice a Deméter que su hija le será devuelta, siempre y cuando, no hubiese probado la comida de los muertos.

Mientras tanto, en el Tártaro, Perséfone llora continuamente, negándose a comer o beber los manjares que Hades le ofrece. Entonces el astuto Hades le dice que la dejará en libertad porque ve que es desdichada y su madre llora por ella. Koré deja de llorar y acepta las semillas de una granada que Hades le ofrece. El dios Hermes es el encargado de ir a buscar a Perséfone.

Finalmente, en la ciudad de Eleusis, se reencuentran madre e hija. Pero Koré-Perséfone había comido la granada en el mundo de los muertos quedando así vinculada a Hades. Entonces se llega a un acuerdo: Perséfone pasará un tercio del año con Hades en el Tártaro y el resto del año con Deméter sobre la faz de la tierra. Hécate se encargará personalmente de la protección de Perséfone ofreciéndose como garante para hacer que el pacto se cumpla.

Koré es la diosa de la primavera. Es la hija de Deméter, la diosa de la cosecha y vive con su madre en un mundo sensual y maternal. Su vida está ceñida por los sentidos y mientras conozca la denominación, el orden y las pautas de todas las cosas, su mundo le ofrece protección y resguardo. La madre-hija con su atadura no permite el ingreso de ninguno de los hombres terribles que podrían destruir esta seguridad y este orden.

Después de educar, iniciar e impulsar a la Hija, Deméter se repliega asumiendo su faz de Hécate, diosa otoñal e invernal de la tierra y de las encrucijadas. En este sentido, ella no es una madre desesperada ni una mujer atormentada por la pérdida, sino una Anciana Sabia oculta en las raíces y en las hierbas curativas, debajo de la tierra y dentro de las cuevas donde la vida se refugia hasta que el ciclo de vida se complete.
 
En analogía con el grano de trigo: Koré, representaría el grano verde (la doncella), 
Perséfone, la espiga madura (la amante), y Hécate, el grano cosechado (la anciana sabia). Deméter, diosa de las cosechas o de la agricultura, simboliza los poderes de la naturaleza, su transformación y emergencia cíclica. Nos habla de la vida en su eterno ciclo de nacimiento, muerte y resurrección.


Si te ha gustado este BLOG, siéntete LIBRE de hacer clik en ME GUSTA y de compartirlo en FACEBOOK, TWITTER, CORREO ELECTRÓNICO y demás redes sociales.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Simbología y mitología de los signos del zodiaco: Capricornio


El signo es representado por un Chivo. El símbolo representa a un chivo primitivo con cuernos retorcidos y cola de pescado rizada. El mito babilónico lo identifica con el mounstro Kusarikku, que aterrorizaba con su doble figura de carnero y pez.

También a la transformación del dios Pan, (cuya madre le abandonó a causa de su fealdad) en cabra o pez antropomórficos tras su inmersión en el Nilo. En la Edad Media se transformaría en el macho cabrío tan utilizado por los cristianos para representar al demonio.

En Grecia se identificó con Cronos ( Saturno para los romanos), hijo de Urano (el cielo) y de Gea ( la tierra). Urano odiaba a sus hijos y los encerró en el Tártaro (el centro de la tierra) y Cronos se rebeló contra su padre cortándole los genitales con una hoz, echándolos al mar y liberando así a sus hermanos.

El mito representa el décimo trabajo de Hércules que consistía en descender al Infierno para liberar a Prometeo que se encontraba allí por haber robado el fuego del cielo.
Pan es hijo de Hermes (mensajero de los dioses) y de Dríope, la Ninfa Énoe o incluso de Penélope, la esposa de Odiseo. En ésta última filiación también se le identifica como hijo de Penélope y de la simiente conjunta de todos los pretendientes de Ítaca, sus amantes. Al nacer tenía un aspecto tan monstruoso que su madre lo rechazó, pero Hermes, su padre, lo llevó al Olimpo para que alegrase a los dioses. 

En otros casos se le llama Egipán, hermano de leche de Zeus y honrado por ello. Sería en éste caso hijo de Aix o de Amaltea o de Crono y Rea y habría convivido con el dios en el Ida cuando entró en combate con los Titanes, siendo quien encontraría la caracola con la que Zeus espantó a los titanes gracias al eco llamado pánico. Por ello se le catasterizaría con cola de pescado. Aún otros dicen que es hijo de Zeus e Hibris, el desenfreno.

Padre de Croto,tenía una intensa vida sexual que le llevó a tener diversos amoríos con las Ninfas y con la totalidad de las Ménades. Cuando Pitis intentó evitarlo convirtiéndose en 
 Abeto, Pan tomó una guirnalda hecha con sus ramas y la convirtió en uno de sus atributos. 

En otra ocasión Siringe se convirtió en caña al lado del río Ladón y con ella hizo su siringa, que después pretendió haber inventado Hermes. Fue él quien enseñó a Apolo el arte de la predicción.En el enfrentamiento contra Tifón Pan se zambulló en el río intentando transformarse en pez para escapar de él. Sólo lo consiguió a medias y cuando volvió Tifón ya había desmembrado a Zeus. Entonces emitió su grito que incitaba al pánico y Tifón huyó. 

Mas tarde, con Hermes, recuperó los tendones del dios que guardaba Delfine. Al llegar junto a ella Pan emitió su grito y Hermes aprovechó para robar los tendones. Como agradecimiento se le llevó al firmamento con cola de pez recordando su fallida pero oportuna transformación.

Todos los manuales de Astrología citan al signo de Capricornio de forma dual, Capricornio/Cabra, lo cual le da un significado emblemático que se conserva aún intacto; por ejemplo, para los antiguos hebreos la Cabra personificaba a la culpa que era necesario expiar y anegar por medio de una ofrenda universal, de un chivo expiatorio que debería ser sacrificado para redimir a toda la humanidad.

En la selección de animales del arte popular, se le asigna a la Cabra el puesto número dieciséis; su pictograma aparece entre la figura del Unicornio y la figura del Buey. Esto es importante constatarlo, puesto que en el simbolismo animal, el orden en el que estos aparecen, indica una cierta jerarquía y correspondencia cuyo significado nos lleva a la más plena comprensión de los distintos sistemas de agrupaciones zoológicas.

En las carrozas simbólicas que describen procesiones de animales, aparece la Cabra entre el Jabalí y el Cisne, lo cual significa la neutralización de una energía no racionalizada, ni sometida a voluntad o mandato algunos, que estaría representada por el Jabalí, y la captación de la profundidad de los instintos, que detentaría la hermosa figura del Cisne.

La significación emanada de aquellas figuras, de aquella fauna fabulosa, que se encuentra en las marcas de papel, tan frecuentes por todo Occidente a partir del siglo XIII, nos remite a un origen onírico, simbólico y hasta místico. Prestigiosos psicólogos de nuestra época, por ejemplo Jung, han estudiado tales hechos y sus connotaciones; de esta manera interpretan la representación de los diversos y numerosos animales como un simbolismo del instinto de fuerza y de grandeza, de poder y de gloria que se encontraría en el estrato del inconsciente: cuanto más primitividad existiere en el animal, más profundo será el estrato del inconsciente.

Parece ser que en el planisferio esotérico, el signo de Capricornio es un primer principio articulatorio y representativo de la servidumbre material, y representaría, no obstante, la regeneración y el renacer; la llamada piedra de Onice sería la piedra mística de esta constelación de Capricornio.

Se trata de la figura mitológica de Amaltea, mitad cabra, mitad pez, que cuidó a Zeus cuando éste era pequeño y protegerlo de su padre Cronos, que devoraba a sus hijos. Cuando Zeus luchó contra los Titanes, se fabricó una armadura con su piel que, más tarde, se convirtió en la Égida, el escudo de Zeus forjado por Hefesto, dios del fuego. Este escudo pasó a manos de Apolo, dios del sol, y luego a Atenea, diosa de la guerra.
Según algunos, Amaltea era una ninfa de la Arcadia; para otros, una ninfa con forma de cabra. Amaltea y su hija Adrastea criaron a Zeus con miel y leche. Amaltea tenía admirables cuernos que le crecían y derramaban néctar y ambrosia, y cuando uno de ellos se quebró, lo llenaron de frutos para ofrecerlo a Zeus. Es el famoso cuerno de Amaltea, símbolo de abundancia y dicha. A partir de ese suceso, Zeus la colocó en una de las constelaciones del cielo.


Si te ha gustado este BLOG, siéntete LIBRE de hacer clik en ME GUSTA y de compartirlo en FACEBOOK, TWITTER, CORREO ELECTRÓNICO y demás redes sociales.

martes, 27 de marzo de 2012

Simbología y mitología de los signos del zodiaco: Leo


El signo es representado por un León. El símbolo nos hace asemejarlo con la melena del león y se halla relacionado con la fuerza, el coraje, el rugido y porte firme del " rey de las bestias". En Mesopotamia simboliza el fuego y la culminación del caldeamiento solar en el hemisferio norte. En Egipto símbolo solar y monárquico. Los israelitas lo asimilaron con Judá que se recuesta como el león, razón por la que figura en el estandarte del reino que lleva el mismo nombre. La tradición judeocristiana lo relaciona con el evangelista San Marcos. También a los hebreos quienes poseen el poder del oro, metal solar por excelencia.

El mito griego lo sitúa junto a Hércules representando su quinto trabajo. Mito que trata del león de Nemea, de piel a prueba de hierro, bronce y piedra, que Hércules dio muerte, perdiendo un dedo entre sus dientes, convertido más tarde en constelación.
Los griegos identificaban al león con una de las criaturas con las que luchó el héroe Heracles o Hércules en los Trabajos o tareas impuestas por el rey Euristeo. El León de Nemea había sido enviado por la diosa Hera para derrotar al héroe a quien consideraba su adversario.

Según cuenta la leyenda, Heracles debía matar a la bestia sin usar las armas. Aconsejado por un anciano, el héroe llega a la guarida del animal y le lanza flechas que dan en el blanco, pero la diosa había hecho invulnerable a la bestia, por la tanto las flechas rebotan en el cuerpo del león cuyo pellejo era duro como el hierro, el bronce y la piedra. A continuación utilizó su espada pero esta se torció. Entonces Heracles lo golpea con su garrote pero viola de esta manera las reglas del combate.

El animal se refugia en su cueva que era una gruta con dos entradas. Hércules bloquea con piedras una de las entradas y se lanza a oscuras sobre la bestia. Luego de una terrible lucha consigue sujetar al león por la garganta y darle muerte. Le arranca la piel con una de sus garras y la usa como vestido, como armadura.

León de Nemea es una imagen del problema que supone contener a la fiera poderosa y salvaje que hay en nosotros, pero conservando esas cualidades animales que también son creativas y vitales.

El león es una fiera especial y un estadio de la psique humana. En la mitología ha sido siempre asociado a la realeza y este rey de las fieras es una imagen de los comienzos infantiles, salvajes y totalmente egocéntricos de una individualidad única. Por eso el León de Nemea no es totalmente malo sino que posee una piel mágica que puede ofrecer la cualidad de invencible.

En la historia de “Parsifal y su búsqueda del Grial” un rey custodia un recipiente que preserva, mantiene y dispensa la vida, en un castillo oculto o difícil de encontrar. El rey, en esta versión del mito, está enfermo o lisiado y los alrededores del reino están secos y devastados. 

El rey solo puede sanar si un noble caballero encuentra el castillo y ante su visión formula la pregunta correcta. Si el noble no lo consigue, el castillo se desvanecerá y el caballero deberá continuar la búsqueda. Al final de la historia, tras muchas aventuras, extravíos y encuentros amorosos (ya que Leo debe buscar su tesoro en el amor antes de descubrirlo en sí mismo), el héroe consigue formular su pregunta y el rey sana, el país reverdece y el héroe hereda el reino y se convierte en guardián del Grial.

En el comienzo de la historia hay un viejo rey, enfermo que no puede ayudar a su país ni a su gente y carga el peso de realizar la tarea en los hombros de un joven.

Aquí no hay un combate sino una pregunta, es decir: la capacidad de llegar a ser consciente del significado de las cosas, lo que supone la cualidad de la reflexión.

Parsifal es un joven huérfano de padre y criado por su madre en un bosque aislado. Esta orfandad paterna le privó de recibir de su padre la visión de una vida significativa, la sensación de renovación profunda que necesita y que lo lleva a buscar, a través de la aventura de su vida, el principio paterno que le falta.

Cinco caballeros con brillantes armaduras cruzan el bosque y cuando Parsifal los ve queda deslumbrado y decide convertirse en caballero. Su madre intenta impedir su partida pero él emprende su viaje sin siquiera despedirse.

Parsifal es tosco y rudo en el comienzo y quizás sea este un rito de pasaje para los Leo ya que Parsifal es en realidad, el rey en su forma bestial, es decir dominado por las pasiones.
Luego lucha con el Caballero Rojo que por el color de su armadura igual al color de la sangre, del fuego y de la vida parece simbolizar la emocionalidad de este signo.
Al igual que lo hizo Heracles, Parsifal se viste con el ropaje de su enemigo vencido.

Al final del camino llega a un río que no parece tener ningún vado para cruzarlo y es aquí donde debe comenzar su tarea. Al preguntar al pescador que ahí estaba, por el camino que conducía al castillo del Grial, súbitamente el castillo aparece ante sus ojos.

Las puertas están abiertas esperándole y el Pescador-Rey lo aguarda. Según la leyenda el rey estaba herido en la ingle, no podía procrear, su masculinidad estaba herida, su creatividad lesionada.

Aparece entonces ante Parsifal la visión de una espada goteando sangre, de una doncella llevando un Grial de oro adornado con piedras preciosas y de otras doncellas portando una fuente de plata. Parsifal no dice nada y se retira a descansar pero al despertar el castillo había desaparecido por lo que le pregunta a la mujer con la que se encuentra: ¿dónde había ido a parar el castillo?

Pero hay otra imagen mitológica de Leo y es Apolo, el dios sol, en cuyo famoso Oráculo en Delfos podía leerse la inscripción “Conócete a ti mismo”
 
Apolo es un dios superior, imponente, es una imagen de la elevación del espíritu y en sí mismo es un tipo de Grial.

En “The Homeric Gods” Walter Otto lo describe como “la manifestación de lo divino en medio de la desolación y confusión del mundo”. Es el más sublime de los dioses del panteón griego. Apolo es el gran curador y purificador que elimina la contaminación de la realidad corpórea y devuelve el estado de gracia. Es un símbolo del poder de la conciencia que rompe las “maldiciones” que surgen del oscuro mundo del inconsciente, es el vencedor de la batalla, es el que penetra con su claridad los más oscuros dilemas y el que con su música tranquiliza el corazón.


Si te ha gustado este BLOG, siéntete LIBRE de hacer clik en ME GUSTA y de compartirlo en FACEBOOK, TWITTER, CORREO ELECTRÓNICO y demás redes sociales.

lunes, 26 de marzo de 2012

Simbología y mitología de los signos del zodiaco: Cancer


El signo es representado por un cangrejo. El símbolo nos hace asemejarlo a los senos de la mujer; simbolizando el deseo de amamantar y proteger. Sugiere también, que las pinzas o tenazas del cangrejo dan la idea de introspección y una tendencia a aferrarse. Así como el cangrejo tiene un duro caparazón por fuera, en su interior es muy blando y sensible. Es el mito del ser humano que abandona su naturaleza inferior para iniciar la búsqueda de su ser espiritual.

La constelación de Cáncer es una de las figuras más extrañas del Zodíaco.
Para los egipcios, era un escarabajo pelotero con una pelota de tierra entre sus pinzas. 

Símbolo de la inmortalidad y de la autocreación ya que la pelota contenía su esencia (los huevos y también las larvas). Lo llamaban Khephri que significa “el que sale de la tierra” y estaba equiparado al dios creador Atón, quien empuja el disco solar, igual que el escarabajo, empuja la pelota a través del cielo. Así por más humilde que parezca la constelación de Cáncer, su simbolismo está lejos de ser insignificante.

Los Caldeos lo asociaron con todo lo que significaba "renovación y cambio". Los hebreos lo identificaban con Benjamín "que cambia de la noche a la mañana".

En Grecia, se tejió la leyenda del cangrejo que envió Hera para que defendiera a la hidra de Lerna y que hirió en un pie a Hércules, que pretendía dar muerte al mounstro y quien acabó también con el crustáceo. Hera apenada le dio un lugar entre las estrellas, que no destaca por su magnitud. El mito canceriano está representado por el cuarto trabajo de Hércules que consistía en capturar una cierva por la que disputaban el hada Artemisa y Diana, la cazadora de los cielos. Con el fin de llevarla al santuario sagrado de Micenas.

Tras llegar a la ciénaga cercana al lago Lerna, donde moraba la Hidra, Hércules cubrió su boca y nariz con una tela para protegerse de los gases venenosos y disparó flechas ardiendo a su refugio para obligarle a salir. Entonces se enfrentó a ella, pero tras cortar una de sus cabezas descubrió que le habían crecido una o dos cabezas nuevas, y lo mismo sucedió cuando le cortó la segunda.

Advirtiendo que no podría derrotar a la Hidra de esta forma, Heracles apeló a la ayuda de Iolao. Entonces su sobrino tuvo la idea (posiblemente inspirado por Atenea) de usar una tea ardiendo para quemar el muñón del cuello tras cortar cada cabeza. Hércules cortó cada cabeza e Iolao quemó los cuellos abiertos.

Para impedir que lograse su misión, Hera envió un cangrejo para que mordiese los pies de Hércules y le estorbase, esperando provocar así su muerte. Pero el cangrejo fue muerto con un pisotón y Hera, como recompenza por sus servicios, lo convirtió en la constelación de Cancer.

Hércules tomó entonces la única cabeza inmortal de la Hidra y la enterró bajo una gran roca, y mojó sus flechas en la sangre venenosa del mounstro, completando así su segundo trabajo.




Si te ha gustado este BLOG, siéntete LIBRE de hacer clik en ME GUSTA y de compartirlo en FACEBOOK, TWITTER, CORREO ELECTRÓNICO y demás redes sociales.

viernes, 23 de marzo de 2012

Simbología y mitología de los signos del zodiaco: Geminis


El signo simboliza las fuerzas conjuntas del bien y del mal. La doble naturaleza humana, la superior y la inferior. La amistad y la unión armónica de dos caracteres.

El símbolo nos recuerda al número dos romano que representa la dualidad. Los Caldeos lo representaron de dos formas: como un montón de ramas o como dos niños cara a cara.

En la mitología mesopotámica se asimila a la entrañable amistad entre los héroes Gilgamesh y Enkidu. En Egipto se conocía como las dos estrellas y se representaba con dos cabritos y no con la figura de los gemelos que se usa comúnmente. Además representaba a Horus y Harpócrates, el dios halcón hijo de la diosa Isis.

La leyenda griega identifica al signo con los Dióscuros, hijos de Zeus y de Leda, los mellizos Cástor y Pólux. Zeus para seducir a Leda se convirtió en cisne y se unió a ella la misma noche que ella se había unido a su marido Tíndaro, rey de Esparta. De estas uniones surgieron dos huevos, de uno de ellos nacieron Cástor y Clitemnestra que eran mortales y del otro Pólux y Helena que eran inmortales.

Cástor y Pólux eran dos hermanos inseparables. Éstos roban a las novias de Idas y Linceo el mismo día de la boda. Idas mató a Cástor y Pólux enfurecido mató a Linceo. Zeus castigó a Idas con un rayo, pero Pólux le suplicó a Zeus que lo hiciera morir pues no sabia vivir sin su querido hermano. Zeus compadecido les dejó estar alternativamente un día en el Hades ( Reino de los muertos) y otro en el Olimpo, pero siempre juntos.

Los Dióscoros, unidos por el amor fraternal, nunca se separaban el uno del otro en ninguna de sus aventuras y se convirtieron en el orgullo de Esparta. Participaron de la expedición que fue en busca del Vellocino de Oro y también tomaron parte activa en la invasión de Atenas cuando se descubrió que Helena de Troya había sido raptada por el héroe Teseo.
Cástor era famoso como soldado y domador de caballos y Pólux como boxeador. 

Ambos ambiciosos, atrevidos, audaces, inquietos, llenos de vida y juventud eran conocidos por su tendencia a buscar aventuras y hazañas. Presiden la vida heroica juvenil y floreciente y como héroes se los veneraba no sólo en Esparta, sino también en la Hélade y Sicilia. Se destacaban en atletismo y eran entusiastas bailarines. En la danza de guerra que inventaron, veloz y fogosa, los dióscoros giran como pareja de danzantes mientras Atenea los acompaña tocando la flauta. La canción de Cástor precede al ejército espartano y al frente del ejército camina el antiguo símbolo de los dióscoros, (g) la doble viga unida por travesaños.

Según el mito Cástor y Pólux pelearon con otro par de gemelos, Idas y Linceo. Idas mató a Cástor el gemelo mortal y Pólux a su vez mató a Linceo con su lanza. Zeus intervino en nombre de su hijo e hirió mortalmente a Idas con un rayo. La pena de Pólux por la muerte de su hermano era tan grande que imploró a su padre Zeus que le devolviera la vida o él rechazaba su inmortalidad sino podía compartirla con Cástor. Zeus conmovido, se compadeció de los hermanos y les permitió compartir sus destinos de vida y de muerte. 

Pertenecen a medias al Olimpo celestial y a medias al mundo subterráneo de Hades. Cambian de lugar en días alternos y se pasean de la oscuridad a la luz y de la luz a la oscuridad.

Los gemelos simbolizan una experiencia cíclica de opuestos, ya que cuando son mortales, deben probar la muerte y la oscuridad y cuando son divinos, la luz y los placeres de los dioses.

Géminis es un signo tradicionalmente inclinado a oscilar entre la exaltación y la depresión, entre la sensación de pérdida y de muerte en el mundo físico (mortalidad de Cástor) y la exaltación en el reino del espíritu y la vida eterna (inmortalidad de Pólux
En la mitología romana encontramos a otros gemelos. Rómulo y Remo, fundadores de la ciudad de Roma. Eran hijos del dios de la guerra, Marte y habían sido criados por una loba. 

En este caso hallamos la pelea y la rivalidad entre los hermanos. Remo muere intentando matar a Rómulo. Remo es el gemelo “oscuro” que intenta destruir a su hermano “luminoso”, Rómulo.

Este par de fuerzas, oscura y luminosa, tiene que ver con el profundo dilema humano al que Carl Jung denomina “la sombra”, el enemigo interno, el hermano nacido en el mismo útero que no puede ser vencido y con quien uno debe estar en constante lucha.

En la Biblia también nos encontramos con Caín y Abel que, aún sin ser gemelos, simbolizan la polaridad del hermano “oscuro” Caín y el hermano “luminoso” Abel.

En la mitologia sumeria hallamos a Inanna y Ereshkigal, las dos hermanas enemigas, en donde el aspecto luminoso tiene que aprender la muerte y la regeneración del aspecto oscuro.

El tema de la luz y la oscuridad penetra profundamente en la mitología e impregna la visión de las grandes religiones del mundo.

A los ojos de Géminis el universo se presenta poblado de opuestos y al igual que Cástor y Pólux, que pasan la mitad de su tiempo entre el Olimpo y el Tártaro (submundo), en un momento determinado sólo perciben el lado bueno o el lado malo de la vida.

Pero Géminis llevará al individuo al conflicto inevitable con su opuesto oscuro. Más tarde o más temprano la batalla interna se manifiesta ya que la personalidad total depende de ambos: sin el otro, cada uno de ellos es incompleto.

Los opuestos pueden variar. La batalla puede estar entre lo masculino y lo femenino, entre los valores intelectuales y emocionales, entre los objetivos espirituales y corporales o entre cualidades negativas y positivas.

Como Aries esta representado por un Carnero y Tauro por un Toro, Géminis es el primer signo zodiacal con representación humana y con la posibilidad que la vivencia se torne palabra. Con Géminis nos llega la comunicación, el lenguaje, el pensamiento.

El lenguaje presenta una dualidad similar a la que hemos visto en los Dióscoros: las palabras muestran y esconden simultáneamente. Hablamos para decir y hablamos para no decir. Las frases intrascendentes mueren a poco de nacer y las palabras cobran vida eterna en la voz del poeta o el escritor.

El dios griego Hermes o Mercurio para los romanos, es el representante del signo de Géminis o los Gemelos. Su carácter encarna la ambiguedad y la fluctuación. Es el hijo más ingenioso de Zeus. Comenzó su vida como un artesano ingenioso, inventó la lira y también robando el rebaño de su hermano Apolo. Es el mensajero de los dioses y acompaña las almas de los muertos hasta el submundo de Hades.

Hermes puede moverse por los tres mundos: el de los dioses, el de los mortales y el de los muertos. Es el único dios que no tiene asignado un lugar. Su lugar son los caminos, los pasadizos, las encrucijadas. Puede traspasar las fronteras. Su fortaleza reside en su ingenio, realiza sus acciones con astucia y seducción. Es un bromista y un imitador. Un mago, y a veces un embustero y un dispensador de beneficios inesperados. Es el dios de las palabras y del lenguaje, es el dios de los mercaderes, del comercio, de la movilidad, de las comunicaciones.
 
Si tienes tu Sol en el signo de Géminis o tu Ascendente o el planeta Mercurio en este signo, tendrán mucho significado para ti la adaptabilidad, la comunicación, el estar informado, el aprendizaje, la palabra oral y escrita, las habilidades manuales, los contactos personales, los viajes, el movimiento, la inquietud mental, la dualidad.


Si te ha gustado este BLOG, siéntete LIBRE de hacer clik en ME GUSTA y de compartirlo en FACEBOOK, TWITTER, CORREO ELECTRÓNICO y demás redes sociales.

jueves, 22 de marzo de 2012

Simbología y mitología de los signos del zodiaco: Tauro


El signo es representado por un Toro, animal de poderosa y fuerte estructura que patea la tierra con recelo. Mira al suelo y sólo levanta su cabeza cuando embiste a un posible adversario.

Tiene su antecedente histórico en los toros alados asirios y en el sagrado buey Apis, simbología que se extiende al buey del pesebre en la Navidad. Los Caldeos concebían al Sol( Sin) como un toro que recorría el camino del cielo.

Para los hebreos Tauro significaba Uno y Primero, Aleph y Dios. Los persas que utilizaban las letras para designar los signos del zodíaco, reservaban la "A" para representar a Tauro. El pueblo chino utilizaba como referencia para situar el principio del movimiento aparente del Sol, las estrellas del toro. Tauro fue el toro en el que se transformó Zeus para raptar a Europa.

Europa era hija de Agenor y Telefasa, siendo su padre descendiente de Zeus y a su vez hijo de Poseidón. Zeus al verla se enamoró de ella y quiso seducirla llevándola en su blanco lomo. La llevó a Creta donde se unieron y más tarde tuvo tres hijos de Zeus, Minos, Radamantis y Sarpedon. El mito tauriano también está representado por el segundo trabajo de Hércules donde debía capturar al toro sagrado que Minos, rey de Creta tenía resguardado en la isla.

Tauro o Taurus es una constelación zodiacal; su nombre en latín significa toro. Destaca en el cielo invernal, entre Aries al oeste y Géminis al este. Al norte se encuentran Perseus y Auriga; al sureste Orión, y al suroeste Eridanus y Cetus.

En el zodíaco es el segundo signo. Como tal, en la antigüedad contenía la constelación del mismo nombre, pero la precesión de los equinoccios ha hecho que el signo de Tauro se encuentre ocupado por la constelación de Aries. Actualmente el sol brilla sobre Tauro entre el 13 de Mayo y el 21 de Junio.

En la mitología sumeria, Tauro se relaciona con la leyenda de Innana, diosa del amor y del placer. Ésta se sintió atraída por Gilgamesh, pero él la rechazó. Innana pidió entonces a su padre, Anu que crease un toro celeste para atemorizarlo, pero Gilgamesh mató al toro, ayudado por Enkidu, y ambos ofrecieron su corazón al Sol, siendo éste el origen sumerio del signo de Tauro.

En la mitología griega, Tauro se asocia con la leyenda del Minotauro. Según ésta, el rey Minos, hijo de Zeus, invocó a Poseidón para que le enviara un toro blanco como señal de que los dioses apoyaban a su reinado. Éstos se lo concedieron, a condición de que lo sacrificase en su honor. Pero el toro era espléndido y de enorme belleza, y Minos decidió quedárselo. Poseidón se enfureció por ello e hizo que la esposa de Minos, Parsifae, se enamorara locamente del toro. Cegada por la pasión, Parsifae se apareó con el animal y dio a luz un monstruo medio humano y medio toro llamado Minotauro.
 
El Rey Minos quiso ocultar al Minotauro, y para ello mandó construir un laberinto donde encerrarlo y que no pudiera escapar. Se alimentaba a la bestia con sacrificios humanos pero ésta, cada vez, se volvía más insaciable. Finalmente, Teseo quiso matar al Minotauro, y pidió ayuda a la hija de Minos, Ariadna, quien le dio un hilo mágico para que con él fuera marcando el camino por el laberinto, logrando así dar muerte por fin al monstruo.


Si te ha gustado este BLOG, siéntete LIBRE de hacer clik en ME GUSTA y de compartirlo en FACEBOOK, TWITTER, CORREO ELECTRÓNICO y demás redes sociales.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Simbología y mitología de los signos del zodiaco: Aries


Desde la antigüedad se representa por medio de un cordero en cuclillas. Encarna al Carnero bíblico y está en directa relación con Cristo o el Cordero de Dios que da paso a la era de Piscis. El símbolo nos recuerda a los cuernos del mismo y con los que embiste. Manifiesta un animal decidido, de gran valor y fácilmente irritable.

Aries deriva de Ares el dios griego de la impetuosidad y de la guerra. En la mitología romana Marte. El rey griego Atamante casado con Nefele tuvo dos hijos Frixo y Helle. Cansado de su mujer Atamante decidió repudiarla y casarse con Ino, hija del rey Tebas, con la que tuvo dos hijos Learco y Melicertes. Ino que quería el trono para sus dos hijos, urdió un plan para desposeer a Frixo de ese poder. Frixo falsamente acusado del rapto de Biadice fue condenado a muerte. 

En el momento del sacrificio y en las respuestas a las plegarias de su madre, Hermes lo salvó mandándole un carnero con el Vellocino de oro, a lomos del cual escapó con su hermana Helle. Ella mareada, se cayó al mar y se ahogó, pero Frixo se puso a salvo en Cólquida y su rey Eetes, le dio a su hija en matrimonio. En testimonio de gratitud Frixo sacrificó el carnero a Zeus, que colocó su imagen en el firmamento.

Jasón primo de Frixo reclamó el reino a Pelias su tío quien se lo prometió si antes retornaba el Vellocino de oro a Grecia. Éste se embarcó en la aventura junto a otros héroes famosos que por su valor fueron llamados los Argonautas ( Hércules, Orfeo, ...). Al llegar al Mar Negro y después de pasar por un sinfín de aventuras, el rey Eetes les instó a realizar una dura prueba para conseguir el Vellocino de oro. Ésta consistía en uncir dos toros con pies de bronce que vomitaban fuego.

Después debían sembrar en un campo los dientes de un dragón como semillas, de las que al instante brotarían un ejército armado de hombres a los que tenían que exterminar. Afrodita decidió ayudar a Jasón e hizo lanzar a Cupido las flechas del amor para que Medea hija del rey Eetes lo ayudara con sus poderes mágicos. Medea entregó a Jasón un ungüento mágico y así poder realizar la hazaña y recuperar el Vellocino de oro. De regreso a Grecia vio que su tío Pelias había matado a su padre. Lo mató y recuperó así el trono que le correspondía. Luego se casó con Medea con la que tuvo dos hijos.

También el mito ariano está representado por el primer trabajo de Hércules que consistía en capturar una manada de caballos salvajes que Diómedes criaba para la destrucción y la guerra.


Si te ha gustado este BLOG, siéntete LIBRE de hacer clik en ME GUSTA y de compartirlo en FACEBOOK, TWITTER, CORREO ELECTRÓNICO y demás redes sociales.

viernes, 16 de marzo de 2012

Tu Ascendente Zodiacal

Por poco que nos interese el asunto de la astrología, la mayoría de nosotros conocemos nuestro signo solar, que es aquél en el que se encontraba el sol en el momento de nuestro nacimiento. Sin embargo, éste no es el único que tiene influencia sobre nosotros, nos influye también el ascendente.

El Ascendente es el signo del Zodiaco que se levanta por el horizonte en el momento exacto de un nacimiento, de allí que la hora y minuto en que se exhala el primer aliento sea tan importante para el cálculo de una carta natal y se calcula dependiendo del lugar geográfico y de la hora a la que vinimos al mundo

En astrología, el Ascendente es uno de los ángulos principales en una carta natal. Su cúspide corta el signo del Zodíaco que se encuentra en el Horizonte Este en el momento del nacimiento. Siempre en una Carta astral ocupa la Primera Casa, y por lógica es opuesto a la Séptima Casa. El Ascendente, al ser el punto que se levanta exactamente por el horizonte, pasa a dividir el Cielo en doce casas astrológicas. También separa al cielo visible del invisible, el que se observa en Astronomía y el de Astrología. Puesto que el Ascendente de la primera casa y, simbólicamente, es el comienzo del círculo de las Casas, la astrología entiende que el Ascendente establece la forma de comenzar las cosas en el nativo. Por extensión simboliza la forma de nacer y por eso afectaría al físico y su apariencia.

La influencia del Ascendente se manifiesta de varias maneras:
  • A través del signo que se encuentra en la cúspide del mismo (llamado signo ascendente), porque dota de las características propias de éste al recién nacido.
  • A través del planeta regente del signo que se encuentra en el Ascendente, puesto que éste se convierte en el gobernador de la carta y es un elemento sumamente importante para la interpretación de la misma.
En la realidad física, es la representación de una de las extremidades de la línea del horizonte proyectada en un plano vertical que divide el cielo visible del invisible. Esta división da origen a las Casas y el Ascendente es conocido como la Casa I.
El signo del Ascendente es la expresión de la personalidad.
El Ascendente es un punto importante porque indica la conducta aprendida, así como la imagen que presentamos a los demás. Así mismo se relaciona con la forma en que tiendes a empezar las cosas. Representa la imagen de la personalidad vista por los demás, la apariencia física, el temperamento y nuestra inclinación natural.

A continuación puedes calcular tu ascendente con la siguiente tabla:

SIGNO

6-8

8-10

10-12

12-14

14-16

16-18

18-20

20-22

22-0

0-2

2-4

4-6

ARI:

Ari Tau Gem Can Leo Vir Lib Esc Sag Cap Acu Pis

TAU:

Tau Gem Can Leo Vir Lib Esc Sag Cap Acu Pis Ari

GEM:

Gem Can Leo Vir Lib Esc Sag Cap Acu Pis Ari Tau

CAN:

Can Leo Vir Lib Esc Sag Cap Acu Pis Ari Tau Gem

LEO:

Leo Vir Lib Esc Sag Cap Acu Pis Ari Tau Gem Can

VIR:

Vir Lib Esc Sag Cap Acu Pis Ari Tau Gem Can Leo

LIB:

Lib Esc Sag Cap Acu Pis Ari Tau Gem Can Leo Vir

ESC:

Esc Sag Cap Acu Pis Ari Tau Gem Can Leo Vir Lib

SAG:

Sag Cap Acu Pis Ari Tau Gem Can Leo Vir Lib Esc

CAP:

Cap Acu Pis Ari Tau Gem Can Leo Vir Lib Esc Sag

ACU:

Acu Pis Ari Tau Gem Can Leo Vir Lib Esc Sag Cap

PIS:

Pis Ari Tau Gem Can Leo Vir Lib Sco Sag Cap Acu

Busca tu signo solar en la primera columna y sigue esta fila hasta la hora de nacimiento que te corresponde. Ahi ves tu signo del ascendente.

Si has nacido en horario de verano, debes restar 1 hora.

NOTA: El cálculo del ascendente que se realiza aquí no es cientifico y tampoco exacto. Sirve para guiarte y proporcionarte una aproximación de tu signo Ascendente Si deseas calcularlo con precisión, te recomendamos que te hagas tu Carta Astral donde se calcula con tu hora exacta de Nacimiento.

En cuanto a los efectos que tiene el Ascendente en el nativo, desde hace siglos los astrólogos han establecido multitud de reglas o aforismos para determinar el aspecto físico a partir del Ascendente y de sus aspectos a los distintos planetas, aunque recalcamos que son muy importantes también los planetas en Casa I.5 Actualmente, existen astrólogos que afirman que la persona tiende a exteriorizar más los rasgos de su Ascendente que los de su signo solar, por lo tanto los demás reconocen a éste por las características de este signo.

El Ascendente representa la personalidad, así como el Sol representa el núcleo de la consciencia y la Luna simboliza las emociones. Puede alterar los rasgos físicos característicos del signo solar arquetípico.

La astrología moderna sostiene que el ascendente está estrechamente vinculado con nuestro destino, con escenas y situaciones que se irán presentando a lo largo de nuestra vida. Con todos los ascendentes sucede algo similar, un aprendizaje energético profundo que se va realizando poco a poco y a lo largo de toda la vida.

En el Horóscopo ascendente, el Ascendente zodiacal se aplica a cualquier planeta al este de la línea entre las cúspides de la Cuarta y Décima Casas, que por el movimiento diurno de la 

Tierra va aumentando en los cielos y representa la personalidad en el exterior y es responsable de cómo una persona es percibida por su entorno.

 

Ascendentes Zodiacales:

Ascendente Aries: Es activo y emprendedor. De voluntad fuerte.

Ascendente Tauro: Digno de confianza. La comodidad de su casa y su familia significa mucho para él. Necesita tiempo antes de tomar una decisión.

Ascendente Géminis: Es espontáneo y le gusta la variedad. Por lo general tiene muchos amigos.

Ascendente Cáncer: Es vulnerable y cauteloso. Necesita de la armonía del hogar.

Ascendente Leo: Es el símbolo del ascendente feliz, representa autoridad natural. Desea su consentimiento y reconocimiento.

Ascendente Virgo: Es fiable y no tolera el desorden. No es muy hablador, pero es reconocido por su agudo intelecto.

Ascendente Libra: El ascendente Libra está dedicado a todas las cosas bellas y demuestra gusto por la creación. A veces es un poco indeciso y fácil de impresionar.

Ascendente Escorpión: Es cauteloso y desconfiado, pero muy rápido. El ascendente Escorpión es ambicioso y persistente.

Ascendente Sagitario: Es imaginativo e ingenioso y le gusta el placer.

Ascendiente Capricornio: Es ambicioso, persistente y reflexivo. Hombre serio que piensa y practica sus actos. Puede confiar plenamente en él.

Ascendiente Acuario: Agradable y acogedor. El ascendiente de Acuario tiene mucha imaginación.
Ascendente Piscis: Cariñoso, amable, hospitalario. A menudo demasiado confiado.


Si te ha gustado este BLOG, siéntete LIBRE de hacer clik en ME GUSTA y de compartirlo en FACEBOOK, TWITTER, CORREO ELECTRÓNICO y demás redes sociales.

¿QUIERES SER MI AMIGO?