Desde tiempos remotos se
comenta y se ha llegado a decir que la luna afecta o influye en el
comportamiento de todo ser viviente, muchos creen en ello y otros
simplemente pasan por desapercibidos aun teniendo en frente a la hermosa
madre luna.
Está comprobado científicamente que tanto la Luna
como el Sol ejercen una gran influencia gravitacional sobre la Tierra, lo
cual refleja los flujos y reflujos y las oscilaciones de la parte sólida
de la corteza terrestre.
En otros tiempos las creencias eran totalmente
distintas a lo que hoy en día estamos acostumbrados a ver o a oír, desde
el nacimiento de la civilización el fenómeno menstrual fue rodeado de
todas las supersticiones y leyendas posibles. Parecía dramática no
solamente la hemorragia misma, sino también su coincidencia aparente con
las fases de la Luna.
Según una leyenda de Nueva Guinea en épocas remotas
la Luna vivía en la Tierra en la figura de un joven.
Este era muy apuesto
y con frecuencia trataba de seducir a inocentes muchachas y jóvenes mujeres.
Una joven esposa cedió a sus persuasiones, pero en ese momento el esposo,
que había regresado a la casa, descubrió a su rival e incendió la casa.
El joven pereció y su sangre se elevó hacia los
cielos y se transformó en la faz de la Luna. La Luna observaba
periódicamente a la Tierra en toda su hermosura y en su mortal ofensa se
vengaba de todas las mujeres: cada mes en la Luna llena, ellas debían
perder sangre. La venganza de la Luna sólo perdonaba a las mujeres viejas
y embarazadas.
La menstruación era considerada no sólo como un
castigo por los pecados, sino también rebajaba a la mujer: en algunos
pueblos a las mujeres se les prohibía tocar cualquier cosa durante la
menstruación y en otros hasta eran expulsadas de las aldeas por ese
tiempo. El eco de esas primitivas supersticiones durante mucho tiempo se
conservó en la sociedad civilizada. Aún en el siglo pasado, en algunas
refinerías de azúcar de Francia a las mujeres que menstruaban las
apartaban del trabajo temiendo que en su presencia el azúcar se tornara
oscuro.
Es increíble que desde mucho tiempo atrás la luna
haya podido influir de manera tal en algo tan íntimo como es la
menstruación de la mujer, pero no solo es ese aspecto ha provocado
innumerables cambios, estudio realizados en diferente lugares del mundo
han dado muestra del comportamiento del individuo ante las fases de la
luna.
Normalmente, conocemos cuatro tipos de fase lunar,
que son la Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante.
Cada una tiene su manera de influir ante la naturaleza y los
seres humanos.
Quizás es mucho más fuerte el poder que ejerce la
luna, al momento de realizar nuestras actividades y no nos damos cuenta de
ello.
Si ponemos más atención al comportamiento humano
cuando la luna ejerce movimientos en sus diferentes fases, podemos darnos
cuenta de los cambios que a menudo no vemos con facilidad.
Lo cierto es que la influencia de la luna es
netamente real y que por alguna razón estamos destinados a depender de
ella para completar el ciclo de la vida.
Fuente: Instituto F:H:E:
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