La astrología esotérica se ocupa principalmente de la ciencia de la naturaleza humana y trata de explicar, mediante su singular simbolismo, las realidades y los principios básicos que rigen a la humanidad bajo el gobierno de los cuerpos celestes. Los símbolos ordinarios utilizados para describir los signos del Zodíaco, los planetas y sus relaciones han servido para conservar este significado interno a través de las oscuras épocas de materialismo de las que la especie humana está emergiendo precisamente ahora.
El círculo, tomado completamente aparte, significa la unidad incomprensible que subyace a toda manifestación. Si se aplica al vasto universo por entero, significa el Absoluto, el Dios inmanifestado, la fuente de todo, igualmente presente en todas las cosas, tanto en la materia como en el espíritu, en lo que llamamos el mal como en el bien. Si se aplica a nuestro Sistema Solar, representa a la Vida Una que subyace e incluye todas las formas de manifestación dentro del sistema, que existió antes de que se formase el primer átomo del Sistema Solar y que continuará existiendo después de que todas las cosas hayan desaparecido.
Debido a su unidad absoluta, sin distinción de partes, ni mismo ni no-mismo, trasciende a nuestra comprensión y no puede clasificarse a base de ninguna forma de consciencia que nos sea familiar. Tampoco tiene límites en la extensión del tiempo ni entra a formar parte de relación alguna; y debido a esto, la Vida Una no puede decirse, lógicamente, que tenga ningún símbolo ¡porque incluso el círculo vacío sugiere limitación, debido a su circunferencia, y es, por consiguiente, hablando de un modo estricto, inadecuado.
Sin embargo, la mente humana siempre exige símbolos en los que condensar y expresar grandes concepciones mediante una síntesis apropiada, y, en el simbolismo de la forma geométrica, el círculo se presta a menos objeciones que cualquier otro símbolo. En términos del simbolismo de los números, será el número Cero; en el de la luz y el color, será Oscuridad.
Como factor en la Astrología simbólica, el círculo se emplea para representar el Espíritu en general, abstracto e individualizado, ganando en autoconsciencia mediante la limitación y la combinación. Cuando se coloca un punto en el centro del círculo, algo está viniendo a la existencia desde las profundidades de la incomprensible Nada; la Luz está empezando a brillar desde la oscuridad; el Sonido surge del interior del silencio, el Ser proviene del No-ser, el número Uno, la unidad relativa de todas las cosas manifestada, está haciendo su aparición. Cuando se aplica a la totalidad del universo, representa a Dios manifestado, o con atributos, universal en la manifestación, pero comprensible para quienes son capaces de aunar su consciencia con la de El. Aplicado a nuestro Sistema Solar, significa el Logos Solar, el único Dios supremo del sistema.
No hay forma de vida dentro del Sistema Solar que no sea Su vida, ni forma de consciencia que no sea un aspecto de Su consciencia; El creó el sistema entero a partir de Su propio ser en el principio y lo destruirá al final reabsorbiéndolo en Sí mismo. El Sistema Solar, considerado como un todo, puede considerarse como Su cuerpo y los planetas como centros definidos u órganos dentro de ese cuerpo, utilizando y manifestando cada uno de ellos un tipo diferente de vitalidad y de conciencia, del cual el Sol es el corazón —para los que habitan en este globo— y la Tierra es la cabeza. Aunque omnipresente, Su vida y Su poder se manifiestan más específicamente por medio del Sol, la gran luminaria que este símbolo representa astrológicamente.
La fuerza vital cósmica desciende hacia el Sol desde planos superiores del ser, la llamada cuarta dimensión del espacio, y de allí es enviada a todos los globos dentro del sistema, fluyendo a través del éter como la sangre a través del cuerpo humano, o como el prana a lo largo de los nervios, manteniendo cada globo en contacto con todos los otros y con el Sol. Cuando el círculo se divide en dos mitades por medio de un diámetro, significa que el espíritu abstracto está manifestando las dos polaridades de espíritu-materia, no separadas en dos extremos de espíritu por un lado y de materia por otro lado, sino unidas en una sola, dualidad que tiene la unidad subyacente a ella.
En términos de consciencia, puede describirse como Ego-No Ego, dando las posibilidades tanto de la consciencia, o mundo interior, como de la materia, o mundo exterior. Significa, por consiguiente, un estado de dualidad, un medio entre dos extremos, combinando dos estados y sin pertenecer exclusivamente a uno o a otro; y de esta manera se emplea como símbolo del Alma, considerada como intermedia entre el Espíritu arriba y el Cuerpo abajo.
Cuando se escribe de esta forma, un círculo dividido por un diá¬metro de la misma manera que la letra griega Theta, el símbolo en Astrología significa el horizonte, pero tomado en la forma del semicírculo, significa la Luna en sus dos fases duales de luz y oscuridad, creciente y menguante, representación del alma personal con sus estados de ánimo variables, que puede subir y llegar a ser una sola cosa con la consciencia arriba o puede descender y quedar atada al cuerpo abajo.
La Luna Nueva, la conjunción de la Luna y el Sol, simboliza la unión del alma y el espíritu, la personalidad y la individualidad, tanto si tiene efecto después de la muerte en el mundo espiritual como durante la vida en el trance del cuerpo. La Luna Llena, la oposición de las dos luminarias, representa la personalidad iluminada por el Sol, o espíritu, y que proyecta su prestada luz sobre la Tierra, la consciencia física. Cuando el segundo diámetro divide el primero en ángulos rectos, se forma la cruz dentro del círculo.
Este es un símbolo familiar de aplicación muy amplia, tanto en Astrología como en otras partes. Ofrece el plano básico del horóscopo corriente, mostrando la línea horizontal del horizonte, que va desde el ascendente, al este, hasta el descendente, al oeste, y la línea vertical del meridiano desde el cenit hasta el nadir. Implica una manifestación completa y una actividad incesante, porque no puede formarse hasta que el Ego y el No-ego se hayan polarizado cada uno de ellos, activo y pasivo, positivo y negativo, actuando cada uno sobre el otro y reaccionando cada uno sobre el otro.
Esta acción y reacción entre los dos tiene varias consecuencias e implicaciones. En primer lugar, subdivide las dos mitades en cuatro cuartos; en segundo lugar, implica una actividad incesante, porque si cesasen la acción y la reacción, los cuadrantes desaparecerían y sólo quedarían los dos semicírculos del símbolo precedente, existiendo únicamente los cuadrantes mientras continúa la actividad.
En tercer lugar, implica una corriente de influencia que pasa alrededor del círculo, siguiendo la dirección de la acción y la reacción y haciendo que el círculo mismo dé vueltas alrededor de su eje tal como lo hace la Tierra. Esto se representa por medio del símbolo familiar de la Svástica, una cruz que se supone gira rápidamente y deja una estela detrás del extremo de cada uno de los cuatro brazos.
Estos pequeños trozos terminales suelen trazarse como líneas rectas cortas formando ángulos rectos con los brazos, pero es evidente que esto es incorrecto, porque si la cruz estuviese girando realmente describiría un círculo y la estela sería circular, siendo los trozos terminales pequeños arcos de un círculo y no líneas rectas. En realidad, este símbolo es el mismo que el último, la cruz dentro del círculo, pero se ha omitido porciones de la circunferencia del círculo.
Su aplicación es muy extensa. Puede significar el movimiento giratorio de los átomos, tanto como vórtices en el éter como corrientes en tomo a un eje central; y a mayor escala, representa la rotación axial de la Tierra, muy parecida a la de un átomo. Indica el movimiento espiral de la electricidad alrededor de un eje magnético, el movimiento serpentino de la energía vital eléctrica e ígnea llamada Kundalini, y el movimiento en remolino de los chakrams o centros de fuerza de la contraparte etérica del cuerpo físico. Representa uno de estos centros en particular que se describe así:
El primer centro, en la base de la espina dorsal, dispone sus ondulaciones de suerte que da la impresión de estar dividido en cuadrantes, con huecos entre ellos. Esto hace que parezca como si estuviese marcado por el signo de la cruz y por esta razón la cruz se utiliza con frecuencia para simbolizar este centro y a veces se emplea una cruz llameante para indicar el fuego serpentino que en él reside.
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