Cáncer
Cuando hay marea alta, los cancerianos pueden ser sociables, generosos y amables, locos, lunáticos y exuberantes. Cuando hay marea baja, Cáncer se retraerá y no obtendrán nada más que una concha. Pueden tocar la puerta, pero no habrá nadie. Lo que tiene en común con los otros signos de agua es que son reservados.. Cáncer se ocultará bajo las rocas y no responderá, excepto por coacción, situación que lo pondrá de mal humor y susceptible. El canceriano Marcel Proust, cuya vida puede representarse como dos principales mareas: pasó la primera parte de su vida como una socialité, mientras que la segunda parte de su vida la pasó en un piso en París, en cuyo periodo escribió su libro más conocido. En busca del tiempo perdido , que está lleno de alusiones a su madre y a recuerdos de comida. Este es un signo extremadamente sensible, muy conectado con el pasado, no solo con su pasado personal, sino que también cuenta con interés en los orígenes y raíces de todas las cosas. A los Cáncer les viene mejor la nostalgia que a cualquier otro signo.
No es raro que Cáncer quede pegado en un extremo del espectro. En todo ese lado nutricio, dadivoso y de autosacrificio en el espectro de la marea, por lo general existe un lado sombrío que está lleno de resentimiento y autocompasión. O bien, para mucha gente es muy difícil lidiar con el lado exigente, dependiente, necesitado y vulnerable del espectro, que reforzará la sensación de abandono y dependencia y el canceriano se pondrá incluso más exigente y pegajoso. Los cancerianos pueden bien ser maestros en el chantaje emocional, de tipo: "Si no comes la comida que te preparo, significa que no me quieres".
La integración positiva de Saturno y Mate, ambos en detrimento y caída respectivamente en Cáncer, puede ayudar a este signo a desarrollar la fuerza para sostenerse por sí mismos (Saturno) y defenderse solos (Marte). Como signo cardinal, Cáncer es muy tenaz y decidido y, como el cangrejo, tiende a acercarse a su objetivo de manera sutil e invisible, entonces cuando nadie está mirando, consigue lo que quiere para sorpresa de todos.
La generación de Urano en Cáncer a menudo se siente como extraños en su propia familia o cultura, y tendrán la necesidad de desafiar lo establecido o de escapar. Hay un círculo vicioso en todo esto. Por un lado, como grupo generacional existe la necesidad de romper con los viejos patrones y hábitos, rebelarse contra las restricciones y limitaciones de la familia y la cultura y tratar de encontrar nuevas maneras de pertenecer que no están ni genética ni históricamente programadas. Esta generación tratará de formar nuevas conexiones basadas en la honestidad, igualdad de pensamiento y nuevas formas de vivir.
Esta generación tiende a rechazar los valores y tradiciones religiosas de su propia cultura, hallando mucho más fácil adoptar las tradiciones religiosas y filosóficas de culturas distintas a las de ellos. Antes de 1949, incluso podríamos decir que la "familia nuclear" era el cimiento donde las sociedades y culturas se construían. No fue sino hasta que Urano entrara en Cáncer para que se comenzara a desafiar esta situación. Hoy en día, por supuesto, damos por sentado la fragmentación y la destrucción de la unidad familiar, y las familias monoparentales constituyen la norma.
Por otra parte, desde una perspectiva personal, la fragmentación puede revelarse como inmensamente dolorosa, ya que como seres humanos, no nos es fácil sentirnos apartados de nuestras raíces culturales y biológicas. Llevado a extremos, este emplazamiento puede provocar un rechazo a pertenecer a cualquier grupo, o como bien señaló Groucho Marx, a ningún club que nos acepte como miembros, es decir que podemos estar en un estado de rechazo que nos atrapa tanto como el quedar atrapados en un clan familiar. Este es un ejemplo de la forma que nuestra ideología uraniana puede atraparnos y aprisionarnos. Podemos encontrarnos en estado de rebelión y rechazar cualquier tipo de intimidad y contención que, hasta cierto punto, es anatema para nosotros, pero que, a nivel común, humano y lunar necesitamos desesperadamente. Si hay otros planetas en Cáncer, además de Urano, entonces hay tensión porque eres parte de una generación que quiere destruir precisamente que necesitas a nivel personal.
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- Agua Cardinal
- Regente: Luna
- Exaltación: Júpiter
- Detrimento: Saturno
- Caída: Marte
Cuando hay marea alta, los cancerianos pueden ser sociables, generosos y amables, locos, lunáticos y exuberantes. Cuando hay marea baja, Cáncer se retraerá y no obtendrán nada más que una concha. Pueden tocar la puerta, pero no habrá nadie. Lo que tiene en común con los otros signos de agua es que son reservados.. Cáncer se ocultará bajo las rocas y no responderá, excepto por coacción, situación que lo pondrá de mal humor y susceptible. El canceriano Marcel Proust, cuya vida puede representarse como dos principales mareas: pasó la primera parte de su vida como una socialité, mientras que la segunda parte de su vida la pasó en un piso en París, en cuyo periodo escribió su libro más conocido. En busca del tiempo perdido , que está lleno de alusiones a su madre y a recuerdos de comida. Este es un signo extremadamente sensible, muy conectado con el pasado, no solo con su pasado personal, sino que también cuenta con interés en los orígenes y raíces de todas las cosas. A los Cáncer les viene mejor la nostalgia que a cualquier otro signo.
No es raro que Cáncer quede pegado en un extremo del espectro. En todo ese lado nutricio, dadivoso y de autosacrificio en el espectro de la marea, por lo general existe un lado sombrío que está lleno de resentimiento y autocompasión. O bien, para mucha gente es muy difícil lidiar con el lado exigente, dependiente, necesitado y vulnerable del espectro, que reforzará la sensación de abandono y dependencia y el canceriano se pondrá incluso más exigente y pegajoso. Los cancerianos pueden bien ser maestros en el chantaje emocional, de tipo: "Si no comes la comida que te preparo, significa que no me quieres".
La integración positiva de Saturno y Mate, ambos en detrimento y caída respectivamente en Cáncer, puede ayudar a este signo a desarrollar la fuerza para sostenerse por sí mismos (Saturno) y defenderse solos (Marte). Como signo cardinal, Cáncer es muy tenaz y decidido y, como el cangrejo, tiende a acercarse a su objetivo de manera sutil e invisible, entonces cuando nadie está mirando, consigue lo que quiere para sorpresa de todos.
La generación de Urano en Cáncer a menudo se siente como extraños en su propia familia o cultura, y tendrán la necesidad de desafiar lo establecido o de escapar. Hay un círculo vicioso en todo esto. Por un lado, como grupo generacional existe la necesidad de romper con los viejos patrones y hábitos, rebelarse contra las restricciones y limitaciones de la familia y la cultura y tratar de encontrar nuevas maneras de pertenecer que no están ni genética ni históricamente programadas. Esta generación tratará de formar nuevas conexiones basadas en la honestidad, igualdad de pensamiento y nuevas formas de vivir.
Esta generación tiende a rechazar los valores y tradiciones religiosas de su propia cultura, hallando mucho más fácil adoptar las tradiciones religiosas y filosóficas de culturas distintas a las de ellos. Antes de 1949, incluso podríamos decir que la "familia nuclear" era el cimiento donde las sociedades y culturas se construían. No fue sino hasta que Urano entrara en Cáncer para que se comenzara a desafiar esta situación. Hoy en día, por supuesto, damos por sentado la fragmentación y la destrucción de la unidad familiar, y las familias monoparentales constituyen la norma.
Por otra parte, desde una perspectiva personal, la fragmentación puede revelarse como inmensamente dolorosa, ya que como seres humanos, no nos es fácil sentirnos apartados de nuestras raíces culturales y biológicas. Llevado a extremos, este emplazamiento puede provocar un rechazo a pertenecer a cualquier grupo, o como bien señaló Groucho Marx, a ningún club que nos acepte como miembros, es decir que podemos estar en un estado de rechazo que nos atrapa tanto como el quedar atrapados en un clan familiar. Este es un ejemplo de la forma que nuestra ideología uraniana puede atraparnos y aprisionarnos. Podemos encontrarnos en estado de rebelión y rechazar cualquier tipo de intimidad y contención que, hasta cierto punto, es anatema para nosotros, pero que, a nivel común, humano y lunar necesitamos desesperadamente. Si hay otros planetas en Cáncer, además de Urano, entonces hay tensión porque eres parte de una generación que quiere destruir precisamente que necesitas a nivel personal.
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